¿Crees que la seguridad digital no aplica a ti? Piénsalo dos veces
Si tú y tu negocio nunca han sido hackeados puede resultar muy complicado tomarse en serio la seguridad digital. Es el tipo de comparación que uno hace cuando los vecinos se gastan mucho dinero al mes en alarmas, detectores de movimiento y videocámaras mientras tú no tienes nada más que un candado y una cadena y nunca te han robado.
Sólo porque no ha pasado no implica que no vaya a suceder y cómo cientos y miles de personas y empresas descubren día tras día si no estás preparado para la peor un hacker puede destruirte.
Los Hackers y los Cibercriminales Miran las Redes Sociales
Para algunos hackers y cibercriminales no solo se trata de ganar dinero o interrumpir la vida de alguien, se trata de tomar venganza a opiniones que no les gustan. Les ha pasado a varios periodistas alrededor del mundo. Si publican una opinión una foto o una historia online con la que alguien no está de acuerdo, los hackers irrumpen en las redes sociales de esta persona para agravarla. Lo grave de esto es que puede pasarle a cualquiera y no solo a una figura pública. Si compartes una opinión controvertida en redes sociales hay la posibilidad de que te busquen te hackeen o roben tus datos. Piensa todo lo que hay en tu smartphone en este momento: Contraseñas de tu banco y tarjeta de crédito, tu información de contacto, de tus amigos, tu familia y tus compañeros de trabajo, cientos de fotos de tus hijos y seres queridos, todos tus correos electrónicos etc. Imagina lo peligroso que esa información esté por todo Internet. ¿Sentirías miedo de lo que vendría después?
Hay que Tomarse la Seguridad en Serio
Sin importar quién eres o a lo que te dedicas, la seguridad digital es un asunto real que necesita atención tanto en casa como en el trabajo. Medidas simples pueden ser muy efectivas para mantenerte a ti y a tus seres queridos seguros antes personas que quieren esparcir tus datos personales por todos lados. algunas cosas rutinarias pueden ser muy efectivas para protegerte. Una de las más sencillas es invertir en un administrador de contraseñas. Dashlane es una elección de calidad que necesita que memorices tan solo una contraseña larga para nunca tener que teclear otra. Cambia tus contraseñas de modo aleatorio y de manera rutinaria haciendo casi imposible un hackeo.
Otro consejo fácil es nunca utilizar redes Wi-Fi públicas en la medida de lo posible, especialmente para cuestiones financieras o que contengan una contraseña. Esto es el equivalente a usar una tarjeta de crédito en tu teléfono mientras gritas por la calle la numeración y fecha de expiración. No se necesita ser muy listo para ver qué haces en redes Wi-Fi públicas. Deja lo importante para la relativa seguridad de tu propia red.