Un tribunal de Oregón se convirtió en el escenario de un enfrentamiento entre Meta y creadores de Facebook

Una pequeña creadora de contenido en Facebook —que además publica en otros espacios de Meta Platforms— ha presentado más de 150 demandas de reclamos menores contra la empresa, cada una por un valor relativamente bajo pero que en conjunto superan los 115.000 dólares. Ella argumenta que el sistema de pagos de Meta está “roto”: dice que no recibe los ingresos prometidos, o que hay demoras inexplicables y falta de claridad en cómo se calculan los montos.

Un litigio fragmentado pero con impacto

La estrategia es peculiar: en lugar de una única demanda colectiva, la creadora opta por múltiples reclamos individuales ante un tribunal de reclamos menores en el estado de Oregon. De este modo busca forzar a Meta a responder cientos de veces, generando presión judicial constante. Según el reporte, esto ha convertido un tribunal local en un escenario inesperado para un enfrentamiento entre una gran empresa tecnológica y muchos creadores individuales.

En su defensa, Meta sostiene que los pagos se realizan conforme a los términos del contrato que los creadores aceptan y que los reclamos aislados no son la vía adecuada para revisar sistemáticamente un modelo que, según la empresa, funciona. Para los creadores, en cambio, el problema no es solo el pago: señalan que la plataforma cambió reglas sin previo aviso, redujo visibilidad o monetización sin explicación, y que la comunicación para resolver estos problemas es deficiente. Este bloqueo comunicativo se convierte en un factor clave de frustración.

Este caso abre preguntas más amplias sobre cómo operan las plataformas de contenido en línea: ¿qué nivel de transparencia deben tener? ¿Cómo pueden los creadores validar que sus ingresos sean justos y las plataformas rendir cuentas? ¿Y cuándo conviene recurrir a los tribunales frente a mecanismos internos de queja? El hecho de que un tribunal estatal esté manejando cientos de reclamos minúsculos contra una corporación gigante es, en sí mismo, un reflejo de la tensión creciente entre plataformas centralizadas y la economía de los creadores.

Vía – Engadget

Jeremías Rodríguez

Profesor de Historia. Amante de los libros, la tecnología y el buen café.

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